martes, 29 de septiembre de 2009

BUITRE LEONADO (Gyps fulvus)

Si hay un ave característica en los cielos de Urueñas ese es el buitre leonado (Gyps fulvus), la más grande de España tras su hermano el buitre negro, en la zona tenemos la suerte de contar con una de las colonias más grandes de la Península que nidifica en su gran mayoría en el Parque Nacional de las Hoces del Duratón, si bien se dan colonias más pequeñas en El Valle, Castroserna, Duratón y algo más alejado las Hoces del Río Riaza que cuenta con una buena población pero inferior a la del Duratón.
La población en el Duratón ha aumentado desde las 208 parejas coproductoras y censadas en el año 1991 a las 386 en 1991 y las 469 parejas en el año 2007 con 250 pollos nacidos en ese año; gracias a la protección que tiene esta rapaz parece que su población está asegurada en la región si bien no son pocos los peligros que le amenazan, los más importante sin duda son la reducción de la campaña ganadera, y de los animales de tiro, tan abundantes en otros tiempos, además la prohibición de tirar los cadáveres de los animales al campo por razones sanitarias también ha afectado de manera importante a la conservación de la especie, si bien esta prohibición ha sido levantada recientemente con ciertas peculiaridades y siempre en los muladares destinados a ese fin; otras amenazas es el empleo de venenos, los tendidos eléctricos, afluencia humana en sus zonas de cría, coleccionismo...


Su longitud oscila entre los 100 y los 115 cm y su envergadura entre los 235-285 cm con un peso entre los 6 y 8 kg. Dotado de un pico muy robusto destinado a desgarrar los tejidos de los cadáveres con una cabeza pequeña y cuello largo para acceder al interior de los mismos y careciendo de plumas en estas partes del cuerpo.
Los tarsos, dedos y uñas están adaptados para el movimiento del ave en tierra y no para la caza como otras rapaces, por lo que no están preparados para atacar al ganado como en ocasiones se comenta.
El pequeño ojo del buitre tiene función telescópica, lo que le permite la detección de los animales muertos a grandes distancias.
En vuelo muestra una cola corta con alas anchas, adaptadas para desplazamientos largos aprovechando las térmicas para ganar altura y planear, minimizando el consumo energético.
La altura que puede llegar a alcanzar es de 4.000 metros si bien las alturas más habituales son entre 300 y 600 metros, para ello se aprovechan de las corrientes térmicas, que se forman sobre la superficie del suelo, el aire caliente asciende por la parte central mientras que el aire frío desciende por los extremos de la térmica, la forma de la corriente es circular, el aire caliente incide en las anchas alas del buitre que lo empuja hacia arriba, lo hace de forma lenta, debido al considerable peso del ave y trazando círculos en el aire siguiendo la trayectoria de la corriente.


El tamaño del territorio a explorar está en función del peso del ave, de modo que los ejemplares mayores poseen áreas de campeo más extensas, también influye la tendencia del ave a nidificar colonialmente.
Según distintos estudios, el tiempo de campeo va en función de las horas de luz y de la disponibilidad de alimento variando entre el 45% y el 60% de las horas de luz., si los buitres detectan muladares o vertederos lógicamente este tiempo de observación y búsqueda se ven considerablemente reducidos. Se aprovechan de su excelente vista para detectar los cadáveres de los animales, ayudados por los movimientos alrededor de éstos de otros carroñeros de menor tamaño como córvidos o alimoches; una vez detectada la carroña realiza vuelo cíclicos sin ganar altura y descensos rápidos hasta el suelo, lo que a su vez atrae la atención de los otros buitres que se encuentran más alejados y que por su vuelo a gran altura detectan estos movimientos en áreas muy extensas.
El buitre es un animal colonial, lo que tiene la ventaja de minimizar las distancias recorridas a la hora de buscar el alimento así como su localización con un mínimo esfuerzo.
Son aves rupícolas, aprovechan las oquedades resguardadas del clima adverso para construir el nido, siendo la única especie de buitre en la Península que no mantiene estructura de nidificación, los nidos son toscos, formados por ramas y otros restos vegetales.
Entre Diciembre y Febrero se produce el cortejo, con vuelos paralelos, al macho se sitúa por encima de la hembra, extendiendo las patas hasta casi tocar a la hembra, se mantienen es esa posición durante un tiempo relativamente largo y con hasta tres repeticiones.
La cópula dura entre 5 y 20 minutos lo que le llevará a la puesta de un único huevo que incuban de manera compartida ambos individuos si bien la hembra suele cubrir más tiempo el huevo, este proceso mantendrá ocupada a la pareja algo menos de 60 días.
Los pollos crecen a un ritmo lento y morirán si sus padres no aportan el alimento con la frecuencia precisa. Su permanencia en el nido es de aproximadamente 120 días, en las cuatro primeras semanas siempre estarán acompañado para poco a poco pasar más tiempo sólo, ya a partir de la séptima semana más de la mitad del tiempo lo pasa sólo en el nido; a los tres meses y medio dejan el nido moviéndose cerca de la colonia hasta su independencia, la madurez sexual la alcanzará cuatro o cinco años más tarde.
El periodo reproductivo les mantiene ocupado prácticamente un año, lo que hace que muchas parejas al año siguiente no vuelvan a reproducirse, el éxito de la puesta dependerá fundamentalmente de la climatología y del aporte de alimentos.
Según estudios del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Segovia la productividad de los buitres en las Hoces en el año 1991 estuvo en 0,66 pollos por pareja y 0,55 en 1993.


Se distribuye desde el nivel del mar (Cantabria) hasta los 1800 metros de altura (Sistema Central), donde es más abundante es las zonas calizas debido a la facilidad de encontrar oquedades para nidificar (Sistemas Pirenáicos, Cantábrico, Ibérico y Central).
Por Comunidades Autónomas Aragón (Huesca), Castilla y León (Burgos y Segovia), Navarra y Andalucía (Cádiz) son las que mayor población de buitres leonados tienen, convirtiendo a España en un auténtico santuario del buitre en Europa.


En el Duratón también anida otro buitre, el Alimoche y esporádicamente se puede observar por la comarca al buitre negro, pero los dejaremos para otra ocasión.

2 comentarios:

  1. Excelente reportaje sobre el buitre y magnificas fotos.Ahora ya se de que color tiene los ojos, impresionante.

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  2. Gracias Luis, la verdad es que desde siempre me han atraido las aves rapaces y muy especialmente el buitre leonado.

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